Blog invitado: Tus brazos, mi columpio
«Muchísimas gracias, Mónica, por prestarme un hueco en tu blog para contar mi experiencia, la cual creo que puede iluminar a más padres que en algún momento se sientan perdidos para seguir el camino que, al menos para mí, es el más correcto. A mí, podrán encontrarme en Tus brazos, mi columpio, donde hablo sobre paternidad activa«.
Ya lo tengo decidido. Y sí, estoy muy ilusionado, no puedo negarlo. A mis treinta y cuatro añazos, voy a hacer un ciclo formativo superior de informática. Tarde, ¿verdad? La verdad es que sí, que ya debería haberlo estudiado, haber encontrado trabajo relativo a esos estudios y, probablemente, haber ascendido, aunque también me habría conformado con tener un puesto acorde a esos estudios.
¿Qué he hecho todo este tiempo?
Si miro atrás, la respuesta es fácil. He estado dando tumbos, dando palos de ciego. Nunca repetí un curso y no es que mis notas fueran muy brillantes, ya que la adolescencia puede llegar a atontarnos y a nublarnos la vista hacia el futuro, pero tenía muy claro que quería estudiar y tener mi formación para poder tener un trabajo en condiciones. Mis padres lo tenían aún más claro que yo: tenía que ser universitario. Sí o sí, era la única opción válida para ellos.
Tras acabar mis estudios en el instituto, finalmente, no pude matricularme en la carrera que yo quise, pues me quedé sin plaza por las superiores notas de los otros estudiantes. Pensé entonces en el ciclo formativo que iniciaré próximamente, pero no, eso no era una carrera universitaria, por lo que no era opción para mí. De esta forma, acabé matriculado en otra carrera que nada tenía que ver con lo que yo quería. Ya puedes imaginar lo motivado que estaba por ello, y a eso puedes sumarle que los compañeros que allí encontré no ponían las relaciones sociales nada fáciles. Como resultado de todo esto, aprobé una sola asignatura y decidí cambiar de carrera.

Déjame estudiar papá
Cambié de carrera, una que no tenía nada que ver con lo anterior y me dispuse a pasar página, a olvidar ese mal año. Me tomé el verano entre vacaciones y amigos (puedo decir que es el mejor verano que he vivido) y reflexioné sobre mi futuro. No podía permitirme volver a caer, ese año había sido tan sólo un mal trago, un bache que ya pasé, y en la nueva carrera debía dar lo mejor de mí para llegar a buen puerto.
Con las ideas bien claras, inicié esta segunda oportunidad que tuve y he de decir que se me dio bastante bien. Lo aprobé todo y se me daban bien las prácticas. ¿Qué podía fallar? Pues bien, a día de hoy, aún no he encontrado un trabajo relativo a esa formación. Los años siguientes al final de estos estudios, seguí estudiando para hacer buenas entrevistas y no olvidar todo lo que estudié. Como consecuencia, muchos años perdidos dándole vueltas a lo mismo y sin una mísera oportunidad por parte de ninguna empresa. Aún sigo esperando la llamada de alguna para entrevistarme, qué menos. Me gustaría que me entrevistaran y me dijeran que no valgo, por lo menos para quedarme más tranquilo sabiendo que he tenido la oportunidad de mostrar lo mejor de mí y no he sabido hacerlo.
Con respecto a los trabajos, desde que acabé esos estudios hace doce años, he sido de todo respecto a trabajos no cualificados: reponedor, repartidor, montador de toldos, mozo de almacén…
¿Para qué me cuentas todo esto?
Aquí viene la parte interesante del post, lo anterior ha sido sólo una larga introducción para crear ambiente. Quiero darte mi opinión como padre. Quizás, la más acertada desde mi punto de vista: deja a tus hijos decidir qué serán. Con esto, no te estoy diciendo que cualquier cosa valga, pero, si te dicen que quieren ser algo, no los obligues a ser más o a hacer algo que no quieren por ser algo más allá de sus expectativas. Como padres queremos lo mejor para ellos, pero lo que nosotros pensamos que es lo mejor, tal vez no lo sea. Si quieren ser ingenieros, que lo sean y si quieren ser peluqueros, que lo sean. Ya están decidiendo por sí mismos. Van a formarse en su profesión. Ya con eso, están diciéndote que quieren estudiar, que no van a conformarse con cualquier cosa, por lo que no deberías interponerte en sus planes.

Ya están decidiendo por sí mismos»
Déjame estudiar papá
Yo, tras mi experiencia, lo tengo muy claro. Si mi niño de dos años, cuando tenga que elegir, decide estudiar una carrera universitaria, que lo haga. Si quiere estudiar un ciclo formativo, que lo haga. Yo apoyaré su decisión. Que quiera estudiar, ya me parece muy buena decisión. Lo único que no toleraría, sería que no quisiera estudiar, pero porque eso no es bueno para él y puede verse en un futuro como yo, estudiando a la vejez tras haberse dado cuenta tarde de que el más mínimo título es necesario para cualquier empleo… Seguramente, la mayoría de los padres piense lo mismo.
¿Qué piensas tú sobre esta reflexión? ¿Decidirás por tus hijos o darás vía libre para que ellos lo hagan por sí mismos?
Si quieres más posts sobre reflexiones de este tipo y conocer más acerca de cómo es la vida con un pequeño de dos años, visítame en Tus brazos, mi columpio.
Te agradezco mucho Tus brazos, mi columpio. por este gran post «Déjame estudiar, papá» y abrirnos tu corazón contándonos tu experiencia.
¡Una gran reflexión!
Escrito por: Tus brazos, mi columpio
Publicado por: Mi Profesión es Mamá
Muchas gracias por estar aquí, me emociona mucho cuando lees y compartes porque así puedo llegar a más personas.
Puedes suscribirte al blog y así recibirás cada uno de los posts, sin que te pierdas de nada. Al hacerlo te llegará un pequeño pero valioso obsequio de bienvenida, hecho con mucho amor.
Muchas gracias por estar aquí, me emociona mucho cuando lees y compartes porque así puedo llegar a más personas.
Puedes suscribirte al blog y así recibirás cada uno de los posts, sin que te pierdas de nada. Al hacerlo te llegará un pequeño pero valioso obsequio de bienvenida, hecho con mucho amor.
Puedes desuscribirte en cualquier momento haciendo clic en el enlace que aparece en el pie de página de nuestros correos electrónicos. Para obtener información sobre nuestras prácticas de privacidad, visita nuestro sitio web.
Un enorme abrazo para ti.
Con amor

Primero que todo, me parece excelente esto de los blogs invitados porque nos permite conocer a otros padres con otras experiencias y puntos de vista. Con respecto al post, me parece maravilloso, me senti identificada con lo que dices que como padres hay que dejar que los hijos sean lo que deseen. Yo elegí una carrera que no me gustaba por presión de mis padres y tarde en aceptar quien era realmente y tomar el valor de seguir por mi camino por eso estoy muy de acuerdo con todo lo que dices. Grandioso post =)