Como ya te he contado un par de veces, soy una madre soltera, totalmente enamorada de mis hijas. Y como cualquier madre sobre el planeta (creo), siempre he pensado en lo mejor para ellas.
Y es precisamente por esa razón que hoy vengo a compartirte esta parte de mi historia, La razón por la que decidí quedarme en casa.

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Sobre mí

Siempre pensé que lo mejor para ellas era matarme a tiempo completo en un trabajo sea cual fuere, para ganar algo de dinero y así tener la posibilidad de darles un «futuro mejor»,pero la verdad nunca pasó así.

Mis niñas (mi ramillete de flores) tienen una diferencia de edad un poco grande, y siento que desde hace cinco años no salgo de su adolescencia, pues ya pasó por la primera (Vale), estamos en la plena de la segunda (Mary) y ya estamos entrando en la de la tercera (Michy). Así que te podrás imaginar el trote que me vive tocando.

Sin embargo hace cinco años no lograba entender aún la magnitud de lo que se me venía encima. Y de lo que me tocaría empezar a vivir a partir de esos momentos.

Mi Ramillete de Flores

El primer embarazo

Quedé embarazada a los dieciséis años, (aún me tapo la cara de vergüenza). Obvio sin conocimiento, sin trabajo, sin ningún tipo de ingresos. Y sin estudio porque tristemente tuve que renunciar a ellos por un tiempo.

Me convertí en ama de casa muy a la fuerza, pues para serte sincera jamás fue un sueño que anhelara cumplir.

La razón por la que decidí quedarme en casa, ama de casa,
La razón por la que decidí quedarme en casa

Vale nació cuando yo acababa de cumplir los diecisiete, y tuve que salir a trabajar a los dieciocho recién cumplidos.

Así que mi niña empezó a entender desde muy temprano que su mamá no estaría ahí para ella siempre.
De jardín en jardín, de colegio en colegio, de barrio en barrio, así fue su niñez por muchos años.

Segundo embarazo

A los cinco años llegó su hermanita, y la mayor ya sabía lo que era hacer un poco el papel de mamá sustituta.

Hacía las veces de guardiana de su hermana menor en el jardín, cuidaba que se comiera todo, que nadie la maltratara, le paladeaba, le cambiaba el pañal, y yo sintiéndome una madre excelente, salía todos los días de mi casa a luchar por la vida.

La cerecita del pastel

Así pasó el tiempo y seis años después, es decir ella con once, su hermanita con seis, llegó la tercera bendición. No lo niego, han sido la alegría de mi hogar, son lo más hermoso que tengo en la vida. Lo más valioso, pero yo ya llevaba muchísimo tiempo cuestionando el hecho de hacía donde estaba llevando mi vida.

Quería devolver el tiempo, me arrepentía de no haber querido escuchar consejos en mi vida, empecé a recordar que yo también tenía sueños…

Pero ya ni modo de echar para atrás, así que nuestra rutina diaria seguía tal cual.
Mi hija mayor seguía creciendo y obviamente junto con ella, «sus responsabilidades» como hermana mayor. (Que triste por Dios).

Se llegó la preadolescencia ¡dolor! e inmediatamente la adolescencia ¡¡¡terror!!!

En un abrir y cerrar de ojos
esa niña estaba cumpliendo quince años.
Y quiero que pongas total atención a esta parte de la historia.

  • Se había criado sola durante quince años… como yo.
  • Haciéndose cargo de la casa completa… como a mi me había tocado durante mi niñez.
  • Sin ningún adulto responsable pendiente de su vida, tal como yo lo viví.
  • Ya tenía novio a escondidas, como yo.

Entonces por favor responde tú misma esta pregunta. ¿Qué era lo que seguía en la vida de esta niña?

¡Obvio!
UN EMBARAZO a temprana edad

Cuando me di cuenta de lo que podía llegar a pasar, se me heló el cuerpo y el corazón por completo. Mi hija estaba viviendo exactamente mi vida hasta esa edad. Estaba siguiendo un patrón que había tenido como ejemplo y como herencia en su vida y si no se intervenía a tiempo, pronto todas ibamos a vivir consecuencias. Y gracias a Dios que estábamos a tiempo.

Así que me arme de valentía y soy sincera, sin hacer cuentas de gastos ni de nada. Tomé la decisión de no volver a salir a trabajar en mi vida, (bueno por lo menos no a tiempo completo). Decidí hacer mi trabajo de mamá yo misma, pues no tenía ningún derecho a delegar.

He probado muchísimas formas de emprendimiento, desde tener mi propio negocio, tejer y vender lo tejido, vender productos de catálogo, en fín. Con altas y bajas, con buenas y malas, pero eso sí, jamás arrepentida de mi decisión.

Sobre mis emprendimientos te cuento un poco más aquí
5 Ideas geniales para emprender desde casa

Me di cuenta de la falta que hace mamá en casa, el cambio fue increíble, mi hija vivía como una viejita de tantos años con una cara de amargura la cosa más absurda y triste del mundo. Y el cambio ha sido espectacular. Ahora es una hermosa niña de veinte. Que no cometió los brutales errores de su mamá.

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Tal vez he cometido demasiadas fallas con ellas, esto de ser mamá la verdad es una cosa de locos.

O mejor de locas, pero de locas valientes

Jamás vas a dejar de correr en la vida por ellos, nunca se van a acabar las preocupaciones, siempre que no estés cerquita de ellos tendrás el corazón en la mano.

Es muy difícil no lo puedo negar, a veces llegan las crisis financieras, pero que de la nada así como llegan se van.

Sin embargo, creo yo que las finanzas son lo de menos.

La razón por la que decidí quedarme en casa, madre e hijos,
La razón por la que decidí quedarme en casa

Lo importante realmente es que Dios se metió en nuestra vida y la cambió por completo. Mi hogar es un lugar de paz, de amor, de unión. No perdí absolutamente nada, en cambio si gané un montón.

Y para ti que tanto lo piensas, que no te sientes segura, que dices que una mujer tiene los mismos derechos que tienen los hombres de salir a trabajar y ayudar con las finanzas de su hogar, tienes toda la razón,

La Mujer Virtuosa trabaja

13 Busca lana y lino,
Y con voluntad trabaja con sus manos.

14 Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos.

16 Considera la heredad, y la compra,
Y planta viña del fruto de sus manos.

17 Ciñe de fuerza sus lomos,
Y esfuerza sus brazos.

18 Ve que van bien sus negocios;
Su lámpara no se apaga de noche.

19 Aplica su mano al huso,
Y sus manos a la rueca.

21 No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.

22 Ella se hace tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.

24 Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.

25 Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.

27 Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.

28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba.

Pero también puedes hacerlo desde casa, al lado de tus hijos. Jamás desprecies el trabajo del ogar y desde el hogar. No olvides pasarte por este post, seguro te gustará 5 geniales ideas para emprender desde casa.

¿Y qué puedo ganar quedándome en casa?

No hay mejor ganancia que ver a tu hijo crecer y que mejor que sea de la mano contigo.

  • Almorzar todos los días al lado de mamá.
  • Que sus tareas sean guiadas con amor por ti y no por un desconocido.
  • Que la crianza es nuestra responsabilidad y no de terceros.
  • Verlos llorar de frustración por lo que pasa en sus vidas y que los primeros abrazos que reciban sean los tuyos.
  • Que los consejos salgan de tu corazón y no de los pensamientos de sus amigos que estarán bajo peor condición.

Y mejor aún, serán por siempre hijos amados y no abandonados.

No existirá nunca un sueldo, un postgrado, un diplomado, mil años en la universidad, el mejor trabajo o posición de tu vida, que valga lo que vale la vida de tu hijo y el tiempo que pases junto a él.

Los frutos los recogerás después.

Con esto no quiero decir que si tu deseo es salir a trabajar lo estas haciendo mal, para nada quiero juzgar tus decisiones, pero después de vivir lo que tuve que vivir y de ver como está el mundo en este momento, lo que menos quiero es dejar a mis hijas creciendo solas. Cada mamá vive una posición, y vidas muy diferentes y cada cual sabe lo que es mejor para su familia. Con mi historia no quiero hacer sentir mal a nadie, sino al contrario, deseo que mi testimonio llegue a la persona que lo necesita y sienta que no está sola y que esta situación también pasará. ¡Ánimo!

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Un enorme abrazo para ti.
Con amor

18 comentarios

  1. Pues yo te aplaudo y estoy a punto de tomar la misma determinación que tú, me pido una excedencia y me quedo en casa con mi niña. Cuando volví a trabajar mi suegra insistió muchísimo en quedarse con ella y al final accedimos pero es un desastre, hace lo que le da la gana con la cría sin consultarnos. La última es que a la niña le han puesto gafas, todas las mañanas la dejo en su casa con las gafas y el parche puesto y cuando llego a mediodía me la encuentro sin gafas ni parche. ¿La razón? A mi suegra le parece que está fea, así mismo me lo ha dicho, que a ella no le gusta que la niña lleve esas gafas de culo de vaso. Le hemos explicado mil veces que precisamente si las gafas son de culo de vaso es porque las necesita mucho y debe llevarlas todo el día (de hecho la niña jamás se las quita y mira que empezó a llevarlas con un añito) pues nada, la señora en sus trece, estoy en la oficina y cada poco me manda un whatsapp con fotos de la cría y en todas sin gafas ni parche, torciendo los ojos porque no ve, me hierve la sangre. Encima mi marido la disculpa diciendo que lo hace porque la quiere mucho, lo que me faltaba, cuando la niña sea mayor y me pregunte por qué está medio ciega le diré que es que su abuela la quería mucho, claro.

    1. Wow, tu historia está como de novela, es que es muy cierto, porque razón tiene que haber alguien más al cuidado de nuestros hijos. El dinero no es excusa para dejarlos por ir tras él, pues como te digo soy madre soltera, he tenido que sortear mil dificultades, hacer millones de cosas para conseguir pagar las cuentas, porque quedarte en casa no es sinónimo de sentarte a ver novelas mientras te pintas las uñas, hay muchísimo trabajo en casa, además de tener que emprender para llevar dinera a tu hogar. Pero eso jamás va a pagar la dicha de ser tú misma quien cuide a tu hija, la abuela la puede amar con todo su ser, pero jamás será comparable su amor con el tuyo. Así que espero que pronto tomes la decisión, y te embarques en esta aventura. No te vas a arrepentir, espero me cuentes. Un abrazo enorme y te deseo que pronto soluciones todo en casa. ?

  2. Me ha gustado mucho esa parte de tu vida que ns has contado, muchas veces se sataniza a la mujer que se queda en casa porque decide hacerse cargo de la formación de sus hijos, es una inversión que verás a la larga, que bueno que te diste cuenta que estabas repitiendo un patrón y tomaste a tiempo esta decisión, el dinero es bueno porque te da tranquilidad económica pero hay otras cosas que también son importantes y requieren de nuestro tiempo y presencia.

  3. Muy de acuerdo contigo, como mamá de 2 hijas, también tome esa decisión y creo que pese a todos los infortunios, ha sido la mejor decisión de mi vida!

  4. Es una opción válida si has elegido ser madre. Ya que si has decido tener hijos debes disfrutar de verlos crecer y darles tiempo de calidad para que puedan ser guiados por el camino correcto son pocos años los que tenemos para guiarlos porque luego viene la etapa del instituto y de los amigos. Así que es una genial opción

  5. Después de leer tu historia me cuesta mucho hacerme a la idea cómo conseguiste sacar adelante a tus 3 niñas con trabajos poco estables por lo que parece. Al final en otras generaciones es lo fundamental antes de formar familia, saludos!

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Móni B.

Mónica es una orgullosa madre de tres hijas adolescentes. Creadora del blog Mi Profesión es Mamá. Ella misma atiende a sus hijas, alista su casa, crea contenido para sus redes y sueña con la oportunidad de terminar su carrera como Diseñadora Gráfica. (Sabe que lo logrará)
Colombiana, soñadora, amante de la naturaleza y con un único vicio "el café".