Yo también fuí víctima de violencia intrafamiliar

Hoy amanecí con ganas de contarte un poco más de mí, quiero contarte un poquito más de mi historia. Esa historia que a veces quisiera dejar por allá metidita bien en el fondo de mí, para que no dañe, para que no duela. Pero desde hace un tiempo para acá, aprendí que exteriorizar todos esos malos momentos me ayuda a sanar, así que aquí voy. Quiero presentarte mi testimonio.

Mi pasado

Resulta que ya hace mucho tiempo el mundo jamás me hizo sentir bienvenida. Siempre me sentí humillada, ¡muchas veces fui maltratada, burlada, abandonada… !
Para el mundo yo era muy poca cosa, decían que era una mujer digna de lo que me pasaba, si me golpeaban era porque algo había hecho para merecerlo.
Escuchaba decir que si me estaban engañando, seguramente era porque yo también lo había hecho. Si me rechazaban, pues como no, si tenían bastantes razones para hacerlo.

MI TESTIMONIO
Mujer llorando en la cama
Si me golpeaban es porque algo había hecho para merecerlo

Y lo peor de todo me convencieron de que todo lo que estaba viviendo era lo que yo merecía. Por mucho tiempo me creí el cuento de que ¡todo era culpa mía!

Llámenme boba, falta de carácter, falta de autoestima, falta de todo. No era víctima de nadie, sino de mis propios actos. Pero era lo que yo vivía y estoy segura de que no he sido la única.

Aprovecho la oportunidad para invitarte a seguirme en Instagram
también me encuentras en Facebook
y más abajo puedes suscribirte al blog.

Buscando en el lugar equivocado

En busca de mi gran amor cometí millones de errores. Buscaba al hombre perfecto, al padre responsable, al príncipe azul, y siempre terminaba metiendo «las de caminar» hasta el fondo.
Creía en miles de palabras bonitas, creía en las promesas que jamás se cumplirían, creía en los cambios que nunca llegaron, seguía esperando que mi «cuento de hadas» algún día empezara, pero tampoco. Nada de eso pasó.

En fin, TODO era un desastre.

Mi vida era un peso con el que ya no podía caminar.
Vivía con una vergüenza cada día mucho más grande.
Mis deseos de que el mundo entero se muriera, empezaron a aparecer y las ganas de ver como el que me las hacía algún día la vida se las tenía que cobrar carísimo.

Mi rabia contra mí, todo mi pasado y el mundo entero, ya no me dejaban vivir. Pensaba en la muerte como una de las mejores salidas. No pensaba en matarme, (bueno una vez sí). Pero normalmente anhelaba que mi muerte llegara rapidito. Porque para que más. Para nada más. Ese era mi testimonio antes, un testimonio oscuro, triste, frío. Pero…

Un día mi testimonio cambio

Después de tantos años de pesadilla (era una verdadera pesadilla, por más que viviera normal, por más que por fuera riera, por más que no pareciera, mi vida lamentablemente «para mí» porque sé que a muchos les ha tocado peor, pero para mí era una horrible pesadilla)

Mi vida cambió, de blanco y negro a color

Mi vida cambió, así como la canción. Cambió de blanco y negro a color, de vivir en una pesadilla a atreverme a volver a soñar, de vivir avergonzada a ser libre de todo lo que me ataba.
De mi amargura a vivir en un gozo total.

La verdad me di cuenta que no era falta de dinero, pues aún hago muchos esfuerzos por tenerlo, no hay riquezas materiales, no encontré mi príncipe azul (por lo menos no de carne y hueso). Pero encontré el amor. Sí, el amor de mi vida, mi gran amor, mi único amor. Quitó mis tristezas, me devolvió el amor por la vida, el respeto por la humanidad y por mi misma, me despojó de la vergüenza, de la amargura.

El perdón

Me perdonó, me enseñó a perdonar y obvio a pedir perdón. Pero lo más importante es que me enseñó a perdonarme a mi misma. Hizo que viera de forma diferente mi pasado, y me hizo ver todo más claro, más brillante, más bonito. Definitivamente cambió mi vida, mi futuro y mi testimonio.

Desde lo alto de una cruz me dijo cuánto me ha amado. Demostrándome así, todo lo que estaba dispuesto a hacer (dar Su vida por mi) me enamoró su Palabra, Sus promesas, Sus ojos de fuego, Su dulce voz. Me enamoró como nunca. ¡Me enamoró, me enamoró!

Mi pasado no ha sido borrado, pues es la forma en la que nunca olvidaré y puedo agradecer de donde me ha sacado.
Pero eso es lo mejor, porque cada vez que recuerdo todo lo que viví y lo comparo con lo que ahora vivo, mi corazón se llena de emoción y mis ojos de lágrimas de felicidad al sentir que por fin se me daba el valor con el que nací. Me devolvieron el valor con el que fui creada.

Y por si fuera poco

¿Sabes que es lo más bonito de todo esto? Te cuento que, aunque parezca increíble aún en este mundo tan «incluyente» por lo que más me rechazaban, era por mis hijas. Por lo que se burlaban de mí, por lo que la gente me menospreciaba, pues según ellos ¿Quién quiere a una mujer con hijos? sí, increíble pero cierto, mi ramillete de flores ¿recuerdan la historia?

Si no lo recuerdas te invito a leer
La razón por la que decidí quedarme en casa

Mis hermosas princesas que a pesar de las circunstancias jamás fueron motivo de vergüenza, sino todo lo contrario, de lucha incansable y fortaleza extrema.

Un día tratando de encontrar una salida al caos que se había convertido mi vida, llegó Él y susurrándome al oído me dijo que el Ramillete de Flores que adornaba mi vida, Él mismo, mi Gran Amor, lo había preparado para mi desde el principio de todas las cosas, y tiene un gran propósito en mi vida. Recordarme todos los días el incomparable amor con el que Él mismo me mira.

Mi Jesús, mi Amado

Si quieres puedes llamarme loca, porque creo que así estoy, soy loca de amor por Él. Llámame como quieras, pero es algo que no puedo callar, sólo el que puede vivir esto, puede sentir como yo siento, y ver de la forma en la que yo ahora veo.

Aún me faltan muchos sueños por cumplir, la vida es a veces difícil, pero es mucho más llevadera, mi carga es ahora ligera. Soy feliz, me siento completa. Las heridas sanaron, las lágrimas de dolor ya pasaron. En fin, mi mundo y mi testimonio cambiaron de blanco y negro a color.

Tambien te invito a leer este post muy especial para mí
Madre soltera por elección

Y ante cualquier situación que puedas estar viviendo, recuerda, ÉL YA VENCIÓ.

«En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.»

Juan 16:33

No olvides seguirme en Instagram
y en Facebook

Muchas gracias por estar aquí, me emociona mucho cuando lees y compartes porque así puedo llegar a más personas.
Puedes suscribirte al blog y así recibirás cada uno de los posts, sin que te pierdas de nada. Al hacerlo te llegará un pequeño pero valioso obsequio de bienvenida, hecho con mucho amor.

Suscríbete aquí

* indicates required

Puedes desuscribirte en cualquier momento haciendo clic en el enlace que aparece en el pie de página de nuestros correos electrónicos. Para obtener información sobre nuestras prácticas de privacidad, visita nuestro sitio web.

Un enorme abrazo para ti.
Con amor

24 comentarios

  1. Que hermosas palabras. Muchas gracias, si afortunadamente el mío tuvo un «final» como tú dices feliz, muy feliz. Y espero que muchas mujeres vean que sí hay un camino de escape, una salida a todo ese mundo de maltrato, dolor y rechazo. Y claro q si, se que aún tengo por vivir muchas cosas hermosas. que ya iré contando aquí mismo. Un abrazo para ti.

  2. ¡Hola!
    Sin duda el mundo necesita más valientes como tú. Valientes que no se escondan y aunque duela a veces remover viejas heridas, se atreva a contar su historia, un historia que desgraciadamente muchas viven, pero que quedan en el silencio por infinidad de razones.
    Por lo que creo que es bueno que haya personas como tú que lo cuenten, porque de un modo u otro no tengo la menor duda que estás ayudando a muchas de ellas. Por lo que en su nombre también, te doy las gracias.
    No sabes lo que me alegra leer que el tuyo fue un final feliz, aunque de final nada, porque seguro que te quedan por vivir más bellas experiencias.
    Besotes

    1. Que hermosas palabras. Muchas gracias, si afortunadamente el mío tuvo un «final» como tú dices feliz, muy feliz. Y espero que muchas mujeres vean que sí hay un camino de escape, una salida a todo ese mundo de maltrato, dolor y rechazo. Y claro q si, se que aún tengo por vivir muchas cosas hermosas. que ya iré contando aquí mismo. Un abrazo para ti.

  3. Hola guapa muchas veces contar nuestra historia no es fácil, entiendo en parte tu historia y te felicito porque Jesús nos trajo al mundo a ser luz y gracias a testimonios así muchos sabemos que tenemos una oportunidad de cambiar nuestra situación actual me fascinó tu post y me alegra que conozcas el amor de papá un abrazo

  4. Hola guapa, pues me ha gustado mucho leerte, es una entrada que se nota que está hecha desde el corazon y por eso me ha llegado mucho! es un testimonio que puede ayudar a muchas de las personas que te lean porque dejas un mensaje de esperanza y eso es precioso! besos

    1. Hola guapa. Es alucinante que toda la pesadilla por la que pasaste se debiera a que tenías hijas! En qué siglo viven?
      Aunque dices que siempre se han burlado de ti y te han tratado mal hasta encontrar a alguien que te ayudó a perdonarte, que es lo principal.
      La verdad que el perdón libera, te quita una carga muy pesada. Y entiendo perfectamente que llegaras a tener ideas tan destructivas y dañinas. Hay que meterse en tu piel para saber cuánto sufrías.
      Me alegra que por fin estés en una etapa positiva y con una persona que te mereces. Todo se supera! Gracias por compartir tu testimonio. Es esperanzador.
      Un besote.

Déjame un comentario, valoro mucho tu opinión!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Móni B.

Mónica es una orgullosa madre de tres hijas adolescentes. Creadora del blog Mi Profesión es Mamá. Ella misma atiende a sus hijas, alista su casa, crea contenido para sus redes y sueña con la oportunidad de terminar su carrera como Diseñadora Gráfica. (Sabe que lo logrará)
Colombiana, soñadora, amante de la naturaleza y con un único vicio "el café".